jueves, junio 21, 2007

Hoy hay poco de que hablar

Hoy no hay mucho que decir, los días pasan sin orgullo, como queriéndose caer deprisa.
Solo dejo unas palabras que deje escrita en http://lospecadosdelola.blogspot.com/ y que me gustan y que también quiero dejar en especial a Atenea



Que el camino, si se te hace largo, lo andes cantando, si se te hace pesado,
lo transites silbando. Que los amigos que dejaste, en el corazón, no te pesen porque mejores amigos encontraras en tu nuevo sendero. Que a la gente que encuentres le des lo mejor de ti. En cada mirada, en cada palabra. En cada sonrisa, en cada gesto. No olvides, que estas llena de una nueva vida.

jueves, junio 14, 2007

ya hace un tiempo, pero el viento del norte me ha traido tu perfume

Déjame navegar del norte al sur de tu cuerpo diminuto. Quiero ir a la fragua oscura de tus cabellos recogidos y beberme el vino oscuro de tus ojos. De esos ojos amplios y nocturnos que algún día me avistaran como el naufrago perdido en que me he convertido. Quiero morder tus labios desbocados y volver del fondo de tu boca, derrotado, junto a tus palabras. Al instante lamer lentamente el azahar de tu sonrisa.
Besar tus orejas para que el sonido quede fuera de los dos y se derrame haciendo eco en nuestro territorio de caminos oscuros.
Y atraco, en el puerto umbrío de tus mejillas, el barco desnudo de mis cinco dedos desplegado como las velas al viento furioso. Las miro, las toco, las beso, me repliego, como un abanico, y las vuelvo a descubrir, a acariciarlas a besarlas de nuevo con esa furia desbocada de animal salvaje en que me he transformado desde que me acosa la noche hambrienta. Por el rumbo de tu nariz crepuscular, encallan las cuatro aberturas de mis dedos infinitos abriendo y derramando los dedos de nuevo sobre tus pómulos y virando hacia la dulce cereza escondida de entre tus labios o el laberinto de amor que sugieren tus orejas
Y ahora bajo por la península estrecha de tu cuello montado en un buque de besos, haciendo bordadas pausadas por la costa invariable de tu pecho embrujado. Dejo que el viento del Norte guiñe el rumbo, placidamente, hacia la blanca espuma de la playa que son tus senos apretados y fondeo en ellos con un ansia brutal mi avariciosa sed de naufrago. Descerrajo la pasión orzando hacia tus exactos pezones de calderas rosadas y me pierdo en esa geografía apasionada. Voy bajando por tu vientre sigiloso, mientras el viento del sur trae aromas del negro olor de bosque inconcluso que se encuentra a jornadas de tu ombligo inacabado. Me detengo y lo circundo, palmo a palmo, con las velas ya hechas jirones. Mis manos de Tierra aprietan la tibia miel de tu breve cintura mientras el enjambre de mis besos pone rumbo, desatado, a tu ardiente copa de espiga de trigo.
La noche se adelgaza trémula y crece como una ola desmedida. La noche de Julio se detiene, orgullosa, como un agua feroz, como un barco roto Y como una gaviota hace círculos… Ahora te hago señales desde tus minúsculos dedos meridionales y tú sonríes a la noche oceánica que golpea en las ventanas, “Carne de greda inocente, cómo recuerdo tu piel. Tengo las manos untadas con la mansedumbre de tu desnudez…”

jueves, junio 07, 2007

carta a una desesperada

Me pides que le de publicidad a esta carta que te mandé hace ya unas semanas. La verdad es que no lo creo necesario. No tiene ningún valor, ni sentimental (sólo el que nos une y que es ajeno a los demás) ni de ningún tipo, pero como yo soy obediente lo hago solo para ti y en recuerdo de esas tardes en las que uno a uno exploramos los puestos de la rivera del sena buscando libros que jamás encontramos y que los dos lo sabíamos.
Sólo espero que recuerdes que la Tristeza es lo que se siente cuando los platos están muy rotos.
Querida Ana:
Nunca hay mucho que decir entre los momentos de nuestros juegos y verdades. Nunca hay mucho que leer entre las líneas de lo que necesitamos y de lo qué tomamos. Nunca hay mucho que hablar o que decir en voz alta, pero hay momentos en que debemos decirlo de todos modos. Sobre todo cuando los sueños se rompen y se deslizan de alguna manera lejos, de los días de fiesta del ayer.
Vivimos más allá de nuestros medios, en los sueños de la otra gente y eso está teniendo éxito. Entre las líneas de fotografías, vemos el pasado y eso es agradable y doloroso a la vez porque nunca hay mucho que hablar de lo que soñábamos. Estas viviendo una época de tu vida en la que te está dejando sin respuestas, quizás porque no las haya, quizás porque no te convengan o quizás porque no te convencen, simplemente. A veces la vida no es todo lo que soñábamos (ese tiempo reservado y entre líneas en la que se es sumamente feliz) entonces es cuando hay que volar
Hay agujeros en tus zapatos Hay agujeros en tus ropas Hay un agujero en tu corazón donde seguro que hay alguien Hay un agujero en tus labios donde besabas. Hay un agujero en el agujero y nada, ahora, te cabe Hay un agujero en ese desierto en que parece que se ha convertido tu vida. Parece que eres oculta y sorda y muda, pero solo parece… Fíjate, si tomáramos un albún de foto (eso lo haces tan a menudo como llorar)te sentirás con ganas de decir tantas cosas que pensaste en el tiempo de la fotografía y ahora es un tiempo en el que han cambiado los días y no sabemos el porqué y nos asusta. Las fotografías son como los sueños: a penas una memoria que se descolora rasgada por el tiempo. Somos las mismas personas pero cambiadas y o crecemos para arriba o moriremos en el recuerdo para abajo. Solo hay que elegir lo que queremos. Y viendo la soledad en la que hoy vives, y viendo ese país de las maravillas en donde las heridas no se curan, las paredes no hablan y los pasos no suenan hay que ir rompiendo los silencios, quemando las soledades y tirando los edificios en los que está construida tu vida. Ánimo Ana.ánimo, tu eres todos los caminos que quieras hacer y siempre estaremos contigo. Y recuerda que cuanto mas profundamente te ahogues más arriba iras.
Besos Pablo