miércoles, diciembre 31, 2008

A todos...


Sabina en el parque Natural del Alto Tajo (Guadalajara)


A todos los que hemos andado este largo camino, trillando palabras y aventando pasiones
A todos los que se han quedado sentados en cualquier piedra huérfana de cualquier vereda.
A todos los que en el paseo por los carriles dejaron algo suyo. (Penas y alegrías, dolores y gozos…Sentimientos)
A todos los que el viento ha tratado de empujar fuera de la senda astillando su confianza, para volver más fuerte.
A todos los que el agua les ha obligado a guarnecerse entre los árboles de la ribera mientras nacía la música con cada gota que caía de sus ramas
A todos los que el Sol ha quemado
A todos los que el frío les ha hecho dudar de seguir y siguieron
A todos los que la tarde ha entristecido sus caminos secándolos como las cucharillas de te en los platillos en los atardeceres ya avanzados
A todos los que la noche ha embrujado sus caminos para traernos las huellas de sus pasos
A todos recordar:” que el camino, si se nos hace largo, lo andemos cantando, si se nos hace pesado, lo transitemos silbando. Que los amigos que dejamos, en el corazón, no nos pesen porque mejores amigos encontraremos en nuestro nuevo sendero. Que a la gente que encontremos le demos lo mejor de nosotros. En cada mirada, en cada palabra. En cada sonrisa, en cada gesto. No olvidemos, que estamos llenos de una nueva vida.”
A todos feliz año 2009

lunes, diciembre 15, 2008

Cinema Paradiso

Sólo quiero deciros que a noche volví a ver Cinema Paradiso. Es de esas pocas película que están para verse y volver a verse, en casa, porque esta preñada de memorias y placeres y me hace sentir el intimo vértigo de ver con ojos envejecidos las mismas imágenes que viví con ojos de veinteañero en aquellas grandes pantallas de los Pacios del sueño.
Sólo era eso para una tarde lluviosa y gris

sábado, diciembre 06, 2008

La vida se nos llena de penúltimas cosas.

















Claude Monet La casa azul en Zaandam (1871).

Como el mes de noviembre y el sábado, como el ocho y la penúltima vez que se acaricia la piel tersa que recuerda el dulce olor de la primavera estallada entre dos cuerpos que se aman.
Como el otoño del dos mil siete y como las once y cincuenta y ocho de una noche llena de silencios, de sombras y tragos cortos e intensos.
Como el melancólico azul tristón del arco iris y el rojo ensordecedor e intenso del sol rojo antes del anochecer.
Como el verdor del trigo antes de la cosecha estival y como el amarillo-oro de las hojas de los robles antes de caer en los fértiles suelos, profundos y húmedos
Como “Contraluz*” besando con su contraportada gris el ultimo libro de la balda y como “Bookends “de Simon &Garfunkel
Como el color rojo cuando sale la Luna en cuarto creciente y el refulgente relámpago en la oscuridad de la noche que precede al lento trueno.
Como el dedo índice y los visillos blancos delante de la ventana. Como las tontas equivocaciones que se corrigen y la rana verde que se convierte en príncipe.
Como las vísperas y la madurez, como una copa a las seis de la mañana y como la cilíndrica vocal “o” clara y palpable. Y la finalista consonante “y “que no acaba la carrera.
Como el valle que deja el agua del río para escabullirse entre los pedregales hasta el mar y como el gusano de seda antes de ser una lindísima mariposa policromática, que se dejó pegado en el trozo de sudario en el que ha pasado todo el invierno.


La vida está llena de penúltimas cosas, de penúltimas orillas.
Lo penúltimo es corto pero alarga las sombras porque el sol roza el monte detrás de nuestra espalda.
Hay penúltimos sorbos, como hay besos penúltimos y penúltimas curvas para mirar lo andado.
La vida se nos llena de penúltimas cosas.
El penúltimo día del verano, lleno de penúltimas orillas donde mirar.
La vida se nos llena de penúltimas cosas.

* Contraluz es el libro de Ricardo Martín Reina Editorial Sarriá

miércoles, noviembre 26, 2008

Isadora Duncan

Leon Nikolajewitsch Bakst retrato de Isadora Duncan



Las palabras fueron bebiendo
El rocío de tus manos,
cuando mendigabas
en palacios deshabitados.
Sentiste, en las sombras apretadas
de las tinieblas,
como los sonidos
cubrían tus dorados contornos.
Aferrada a la espuma
surgías en cada salto

sábado, octubre 18, 2008

Ayer volví de nuevo a Cazulilla


(Fotografia de Cazulilla)
Un delicioso aroma empieza a desprenderse de las tierras húmedas y perfumadas mientras que el suave viento del otoño trae la fragancia de tierra removida de las besanas en este equinoccio abantón. Entra por el enrejado verde de la ventana, perfumando la habitación que a fuerza de oír la canción triste de la estación despertó. La mañana comienza con fuerza.
Un suave viento de octubre trae hojas perdidas que de pronto se enredan en las recias ramas del romero y la alucema del jardín, colmándolo con los prodigios de sus pigmentos anaranjados, rojizos y amarillos. Que contraste con los nardos y las gitanillas con los magnolios en flor con sus pétalos grandes hacia arriba, como buscando esa oportunidad que nadie le ha dado. Que contraste con los saúcos y las moras maduradas. A su lado desayunar es un espectáculo de luces y colores, de olores que traen de la memoria veredas inolvidables por donde andar perdiéndote con toda esas personas con las que un día fuiste feliz… Este suave viento de otoño…
Las últimas abejas inventan la música saltando en el agua, intranquilas. Mientras que del granero viene un suave murmullo nacido de la charla del trigo ya almacenado. A lo lejos los cascos de los caballos resuenan en el albero mientras silba el viento entre las ramas de los verdes olivos ya cargados.
En las acequias se atan una gota a otra hasta formar un caudal cantarín entre las mudas piedras que corre rápido a buscar la vencida de los labrantíos.
Y yo estoy en medio de este mundo de resonancias, de colores que estallan y suben a los árboles de la estrecha alameda para llamar a gritos a la luz del otoño, para avisarla. Entonces una fina hebra de aire bate sobre toda la geografía de Cazulilla, que se llena de viajes y viejas distancias
Desde donde estoy, desde el centro del planeta, veo la tierra preparada para el amor. Mañana Pepe, Miguel, Carlos, Domingo, Román y hasta “Jeromito” desde su bicicleta, saldrán con los tractores a preñar a Cazulilla. Pero eso será mañana, hoy el almizcle se apresura, galopando, por las besanas con ese reflejo a felicidad.
El mediodía viene anunciado por las voces de la chiquillada que se llaman unos a otros para sentarse a la mesa mientras que con pasos pausados y desde la lejanía yo me voy acercando a mi casa donde ya se oyen las conversaciones y el descorche del vino bajo el porche. Elena me besa y el universo aflora en ese corto “te quiero” que me susurra al oído.
El almuerzo es largo, las conversaciones se entrecortan con otras conversaciones llenas de vida, llenas de anhelos de certezas, de certidumbres, de confianzas y de convicciones de nueve hermanos con esperas y anhelos. Y cuando ya vamos quedando pocos el sonido de la tertulia se convierte en un rumor que con la tarde se va callando hasta convertirse en un susurro lejano. Que lentitud respirar mientras Cazulilla borda los olivos en calma
Rumores de golondrinas vuelan sobre las aradas mientras caminamos liando un cigarrillo de “Cardo de gallina” mientras Simón nos confiesa sus preocupaciones sobre Albahaca que no quiere amamantar a su potro Algarrobo. Son cosas que uno no entiende el porqué pero son así porque siempre han sido así, y no podemos venir los de la ciudad, a pesar de nuestros estudios, a cambiar la costumbre de los siglos.
La gente del campo son sabia; Ellos esperan a que se les de todas las razones posibles que a uno se le ocurre para al final ellos concluir con la única que es verdad. Están saturadas de experiencia: Son gente sabia
A lo lejos, las luces comienzan a trepar por las ventanas del caserío y un bello cielo rojo se extiende desde la línea del horizonte hasta poniente y escasas estrellas comienzan a asomarse. La noche comienza a caer en susurro sobre Cazulilla matizando los naranjos del camino de entrada y los rincones que se esconden entre los olivos de la vereda.
Tan exacto como la araña terrestre que nunca hila en otoño, la noche ha bajado a Cazulilla




lunes, septiembre 29, 2008

BAJO LA LUZ MOJADA DE ESTE DÍA (ANIVERSARIO)

(Salvatore Malorgio)



Hace dos años comencé este blog por curiosidad.
Esa curiosidad que uno siente de armar algo, sospechando, por señales que vislumbra, que puede hacerlo.
Y así me salió este, que con algunos cambios, sigue siendo el mismo que el primer blog,.
He practicado a ensamblarlo, bien o mal, pero he intentando, desde el principio articularlo. No obstante lo que he aprendido y lo único que ahora valoro es la cantidad de amigos que se han incorporado y como me he ido arrimando yo a sus vidas. Vidas, sentimientos, emociones experiencias anécdotas que resumen este pasar por la vida en el que he ido madurando, gracias a que me habéis hecho ver otros puntos de vista, diferentes y tan válidos como los míos. A que me habéis tolerado opiniones contrarias. Es verdad aunque en mis señales no descubráis nada, pero sembrasteis vuestra furia en mi alma.
Quisiera que estos momentos entre vosotros no terminaran nunca, porque nunca sabréis calcular cuanto recibí por nada, nunca podré vivir en la indiferencia, porque lo imprevisible y lo indecible alegra nuestros corazones,
Alguien podría decirlo mejor, al fin y al cabo yo aprendo de vosotros, pero el fondo es lo que ahora cuenta. Habrá otras formas, pero hoy no estoy para perfecciones


Lágrimas y sonrisas para cada uno de vosotros que me habéis enseñado

Pablo

martes, septiembre 09, 2008

Paréntesis sobre Cazulilla (CANCIÓN HIPPIE PARA UNA PUBERTOSA)




Renoir Baile Bougival

Las horas se hacen tiempo y olvido, cuando con diecinueve años no se asume la perdurable felicidad de vivir y crear


Tú vendrás a mi lado,
junto a la carretera.
Te cantaré mi tosca canción
a la salida del sol.
Si, a la salida del sol
Y recogeré las flores más hermosas.
Subiré a todas las colinas para recoger amapolas.
Y te las entregaré a ti,
Porque estarás a mi lado.
Y no tendremos miedo a nadie.
Y andaremos el camino
Hasta que la vereda nos separe.
Pero antes, escribiremos
Nuestros nombres en las nubes
Que tocaremos al subir a las montañas
Y pescaremos peces
Y nos reiremos
Y cantaremos
Y bailaremos
y… Dios sabe que después no habrá más después

domingo, agosto 31, 2008

Cartas de adioses envía Agosto a Septiembre en Cazulilla

(María Konstantinovna Bashkirtseva camino rural)

La noche parece sentir el final de las cosas, estilizándose, como cipreses melancólicos. Quizás por eso, esta noche, ha sido tan difícil de disiparse
El alma del día comenzaba a germinar entre el rumor de las aguas que corrían entre los tristes chopos erguidos en los que la niebla se enredaba, sin querer encaramarlos para remontar al cielo y luego desaparecer. La luz del día ya no era tan innumerable, tan interminable, tan socavadora, tan salvaje, ya no mordía los naranjos lejanos.

Yo sospechaba una partida triste. Cazulilla en Agosto tiene manchas de ausencia. El mes se va despidiendo lentamente -como un beso- de Cazulilla, mientras las sombras nocturnas de Septiembre van mordiendo, una por una, las hojas del calendario.
Atrás he dejado la felicidad amarilla, cuando miran al Sol, de los granos del trigo(a pesar de su diminuted, heredaron la grandeza y la humildad), Me voy despidiendo de los cordeles de caracoles trepando por las tapias del jardín. De los suaves hocicos de las vacas, abrevando en la vieja artesa. De los paseos a caballo, al atardecer, entre los robles y encinas milenarias.
Me despido del volar rápido del viento en todas las besanas, levantando en remolinos las hojas secas de los girasoles que cayeron al suelo en la ultima recogida. De las pipas girando en el cemento -contagian con su alegría-
Adiós nitrógeno centrifugado, herramientas, interminables cebollas, tomates radiantes y ajos fraternales
Adiós, alegre sonido de la campana con la que me llamabas, transparentemente desde tan lejos para sentarme a esa mesa tan grande colmada de tantas personas tan queridas a saciar el hambre con queso y vino…
Me despido de la suave música de la noche y sus mojitos, alrededor de la piscina, bajo los limoneros y cerca de la dama de noche. De las conversaciones silenciosas detrás de los sauces llorones
Adiós a los colores con los que he descubierto las palabras y he inventado el silencio y el ritmo, en esas tardes tan inacabables de siestas.
Adiós, adiós…
Cazulilla es un recuerdo larguísimo, por eso repaso y escardo en mi propia alma en busca de malas hierbas. Y así el recuerdo perduré pulcro en detalles así seré de puro y podré afrontar este próximo año y todos los que vengan.
Adiós Cazulilla, adiós…

domingo, julio 06, 2008

Canción rosa para una pubertosa IV


C.Monet, Las amapolas

Entre yerbas y matojos despides dulzura,
aroma de hinojos.
Sudor, cansancio y fuego.
Fulgor de tierra callada.
Luego, sin sospechas, te hundes en el ciclo.
Aunque, quizás algún día, nos sonría la primavera

miércoles, junio 11, 2008

Acabados II

Les Escaliers de Montmatre-París

La niebla cubría como una mortaja la rue de Vienne, cuando comenzaron a andar por la calle en busca de un lugar donde almorzar. Arrastraban el cansancio y el sueño de la noche anterior. También esa satisfacción extraña de la visita a la colina, donde se habían bebido todo el vino de las últimas cepas del viejo Montmartre.
Poco a poco los dos se fueron incorporando a la marcha de una mañana fría y triste que se adivinaba terminada.
Escrutando las cartas de los restaurantes e intentando que ellas adivinaran lo que necesitaban dieron, sin mucho convencimiento, con uno que se les antojó distinto al del día anterior
Dejaron, con gran alivio, fuera el frío y no con mucha decisión esperaron a que les dieran una mesa donde aliviar el hambre y la sed.
El estuco veneciano cuarteaba la tela verde y la madera ya gastada de las paredes laterales De los techos pintados en un tono pastel con pintura plástica mate y algunas vetas (imitaba burdamente el mármol sin mucho acierto) colgaban lámparas de lagrimas de cristal que reflejaban su luz en los múltiples espejos insertados en molduras doradas y rematadas con flores de escayola que se alternaban con marinas oscuras compradas, seguramente, en algún mercado de antigüedades
Los veladores de madera y mármol se repartían por el laberinto de columnas (de una forma simétrica) que conformaban la parte interior del restaurante y fue allí a donde los acompaño el garçon.
En frente y al fondo de ellos se desarrollaba un testero grande en rojo con unas líneas sencillas y esquemáticas que dibujaban un puerto abierto, un muelle y unas gaviotas de un solo trazo volando por encima del malecón donde estaban atracadas algunas naves entre una perspectiva de casas al fondo.
El ruido de la carta sobre el mármol de la mesa los trajo, violentamente, de la contemplación y se centraron, no sin mucho interés, en el menú, que pidieron con rapidez para irrumpir de nuevo en sus pensamientos, tan alejados el uno del otro
Mientras, sobre el ruido de los platos en las bandejas de los camareros, los cubiertos en el mármol de las mesas, y las charlas silenciosas de los veladores comenzaba a abrirse paso, sin estridencias, una música de fondo que los arrancó al momento recuerdos inclasificables de un tiempo ya lejano y triste. Después de escuchar las primeras palabras (Non je ne pourrai jamais vivre sans toi) recordaron, al unísono esa estación de tren.
Eran recuerdos de despedida, pero esta vez no era la suya. No se despedían de nadie ni de nada, hacia ya tiempo que se despidieron de ellos y de su mundo común. No era su estación. Con la música de fondo se hilvanaba la historia de amor entre Geneviève, una muchacha que trabaja en una tienda de paraguas, en Cherburgo y Guy, un joven mecánico algo mayor que ella, que tienen previsto casarse, pero que se trunca cuando Guy es llamado para cumplir el servicio militar en Argelia por un periodo de dos años. Ante la incertidumbre de cuando volverán a verse, ambos deciden pasar su última noche juntos… Que cosas trae el recuerdo.
Cuando él pone el pie en el estribo del tren resonaba en el viejo cine de los Remedios:
"Non je ne pourrai jamais vivre sans toi
je ne pourrai pas, ne pars pas j'en mourrai
un instant sans toi et je n'existe pas
mais mon amour ne me quitte pas
Mon amour je t'attendrai toute ma vie
reste prés de moi, reviens je t'en supplie
j'ai besoin de toi, je veux vivre pour toi
oh mon amour ne me quitte pas "
Igual que ahora a muchos kilómetros y tanto tiempo sonaba en un restaurante del viejo Paris.
La insistencia del camarero le arrancó de la estación. Él miró a su alrededor con el alma hecha añicos y después a ella como pidiéndole ayuda para sumergirse, de nuevo, en esa estación que ya se perdió, pero ninguno de los dos pareció entender lo que ocurría, así que disimuladamente comenzó a leer la carta de vino intentando oír la canción que le llevara a la estación de Cherburgo de nuevo, o a su cine de los Remedios. Se refugió en los nombres de los vinos que le traían aromas complejos, mezcla de roble y frutos rojos y negros... 100% CABERNET SAUVIGNON 24 MESES DE BARRICAS NUEVAS DE ROBLE FRANCES Y AMERICANO acertó a leer en la carta. Así que pedió ese y se excusó para ir al servicio y poder recomponerme del latigazo de la canción.
Al volver se encontró la mesa vacía, se sentó comprobando que todo estaba en orden y esperó. Y esperó en vano porque él sabía que ella ya no volvería.
Dijo en voz alta:-Nos gusta hilar nuestras vidas a otras vidas, sabiendo que no les interferimos, que no quebramos ese hilo invisible que nos une.
Pagó la cuenta y se perdió en la niebla que cubría como una mortaja la rue de Vienne, cantandose en voz muy baja "Sous le ciel de Paris" de Édith Piaf... Eso si que era tristeza

viernes, junio 06, 2008

Acabados

Monet le jardin at Argenteuil





Ella yacía tumbada en la hamaca, rodeada de jazmines que trepaban sobre lavandas, Al fondo, por entre las altas adelfas perennifolias, y las azaleas agrupadas en inflorescencias muy vistosas, que se encontraban al lado de grandes racimos de hibiscos, se reparaba sin mucha dificultad en el tallo floral que sostenía, con demasiado orgullo, seis flores formadas por grandes sépalos de color amarillo anaranjados y de tres pétalos de color azul intenso del ave del paraíso. Las Buganvillas de decenas de tonalidades, se mecían con la brisa que corría por el jardín. Las jacarandas azuladas hacían más hermosa la mañana
Allí estaba ella, disfrutando del tibio sol de la mañana que se filtraba por entre las viejas ramas del magnolio. La mañana se disponía a perfumarse, a medida que el rocío se iba cayendo por sus hojas (en su caída levantaba un rumor a segundos que pasaban calladamente) y el sonido de los pájaros, en el aire aromatizado y en las ramas de los árboles del jardín la traía una y otra vez de ese sitio tan lejano que no compartía desde hacia ya tiempo.
A su lado él leía el periódico apurando el último sorbo de un café que ya debería estar frío. De vez en cuando la miraba con tristeza por encima de las hojas del periódico. Pero ella no lo advertía y sólo distinguía las hojas que le ceñían circundándole sus aciagos pensamientos.
La claridad fisgoneaba cada vez más en el laberinto…
Dobló el periódico. Desnudó, lánguidamente, su triste mirada de las gafas y depositando ambos objetos, con delicadeza en la mesa de madera, se incorporo de su sillón. Respiró fuertemente la esencia enredada en la brisa y mirándola le susurró muy despacio, como si quisiera no perder ninguna letra de las que pronunciara
- No te pierdas en una montaña de sentimientos.¿Cuántas personas han amado y no han sido amadas? ¿Cuántas personas han sido traicionadas por sentimientos y equívocos, por trampantojos absurdos y a veces inverosímiles? La vida no merece ser escrita por personas que han perdido trenes o que los han tomado en una estación equivocada. La vida merece ser escrita por los que la viven y eso son hombres y mujeres, felices de ser felices.
Ella cayó en el silencio ignorando sus palabras, mientras en sus ojos afloraban dos menudencias de lágrimas que ni siquiera trató de enjuagarse Y volvió a ese impresionante mapamundi en donde las jacarandas tintaban los océanos. Los magnolios daban formas a las cadenas montañosas. El blanco, de las nieves perpetuas, los prestaban los acantos, el azahar y los gladiolos. Las acequias rebosantes encarnaban todos los ríos de la Tierra. Y el burdeo oscuro de la tapia del jardín era el crepúsculo en el que titilaban con su blancura las macetas colgadas

martes, mayo 27, 2008

La ola

JoséLuis Pliego - Esperando las olas - 46 x 33 cm - Pastel sobre papel



La ola es el grito del mar herido en su piel
por mil barcos.
Picoteado, como la ciruela, por la gaviota,
pleno de dolor en el viento.
Hoy tengo penas del mar.
Quisiera detener la ola en su vuelco,
restañear la herida insoslayable
Y devolverle la alegría en un canto
de azul y verde cromo.
Batió la ola……
Una constelación de impotencia de espuma
yace sobre la arena



jueves, mayo 22, 2008

Me permito ser.




Me permito ser el vivitante 3333 de mi página
me hacia ilusión y no creia que iba a llegar tan pronto
gracias a todos

martes, mayo 20, 2008

Canción rosa para un pubertosa III






Porque yo quiero colgar un sueño entre tus dedos y aunque no se como prenderlo, no tengo porque esforzarme para quedarme en ti.
Porque simplemente amo el espacio del silencio que te llama.
Porque tu sonrisa llena mis reticencias de luz, cuando derramas toda su claridad entre nosotros.
Porque eres capaz de encajarle un guiño a la tristeza y un sonido al olvido.
Porque despojado de cualquier rastro, de ti, siempre estoy desnudo, desguarnecido.
Porque tú eres como el viento: Te despedazas contra mí, me ciñes y entonces me susurras, me cuentas y me gritas
Y porque yo soy como la marea; Me estrello contra ti, te circundo y entonces te murmuro, te hablo y te chillo
Porque No me siento dispuesto para dejar de quererte. Y nunca recuerdo olvidarte
Sólo por eso tengo razones para amarte. Sólo por eso...

jueves, mayo 08, 2008

Canción rosa para una pubertosa II


Este suave, querer verte todos los días
Este martirio, de no tenerte a mi lado
Este estar y no estar triste, poco dado.
Este andar y parar, con y sin tener guía

Este vacío del alma, sin tu presencia
Este sentirte cerca y lejos, sin desmayo
Este pensar, que todo tiene y no tiene fallo
Esta cobardía de cuerpo, en tu ausencia

Este no hallar reposo, dentro de uno
Este estar sin sentir ni pena ni dolor
Esta tierna caricia, siempre en ayuno

Este vivir inmenso tu contacto abrazador
Este cielo azul de color siempre bruno
Esto, me imagino yo, que debe ser el amor

domingo, mayo 04, 2008

ADIÓS TRISTEZA ADIÓS… ADIÓS PARA SIEMPRE (A MODO DE MANIFIESTO EN ESTA PRIMAVERA ABANTONA)

Summertime 1890 John Ottis Adams

El tiempo deja tras si otro tiempo mucho mas duradero, el recuerdo acabó de hacerse
Son sensaciones para vivir y volver a vivir, preñadas de memorias, que nos hacen sentir el íntimo vértigo de permanecer y de conservar con estos ojos ya arrugados, las mismas impresiones que vivimos con la turbación y el frenesí de esos años ya vencidos.
No hay respuestas concretas, no hay un tiempo preciso… A esta edad uno descubre que todo es un juego de adivinanzas sin sentido
Quiero acabar con esta nostalgia que me hace daño a la vez que me hace existir. Quiero romper con todo esto y vivir, ser y hallarme permanecer en la vida sin mas anclajes al pasado y que el único tributo que pague sea el de residir sin memoria, varado en este tiempo y con la misma persona con la que veo las claras luces del crepúsculo y los oscuros candiles bruñidores del amanecer desde hace ya tanto tiempo, rodeado de vida y mas vida… Adiós tristeza Adiós, Adiós para siempre

sábado, abril 26, 2008

Historia de La Quinientos (Lo he escrito para ti en esta mañana. Se que no es lo que esperas, pero te lo regalo.) escrito por Nikté Versión definitiva


Pablo me pide una historia, una que verse sobre París haciendo el amor por todos los rincones, pero algo me lo impide: Estuve allí, si, pero nunca amé a la usanza ni en este ni en ningún otro lugar a los que viajé y hoy no estoy para invenciones.

Pero si he de hablar, lo haría sobre La Quinientos, mujer llegada a tierras yucatecas, hermosa de piel y cabellos claros-eso dicen los que la conocieron-que se prostituyó en tierras de indígenas. Su nombre le viene por los pesos que cobraba a sus amantes. Uno de ellos le construyó una pagoda. Yo me detuve, fuera, imaginando a la ya anciana. Nunca pude escribir sobre ella, ni lo haré. Dejémosla con su raído traje de geisha que no es otro si no el mío, y el mío es un suplicar: bésame-¿Dónde?- me pregunta aquel al que amo-donde nunca me haya besado nadie; y el posa sus labios sobre la piel que alberga mi corazón, y tras esto se va de burdeles parisinos, y yo me quedo con un ramillete de limonarias atrapado entre mis pies.

Lo pensó Nikté a las 1:46 PM 26 ¿Cómo lo dirías tú?

viernes, abril 25, 2008

Historia de La Quinientos (Lo he escrito para ti en esta mañana. Se que no es lo que esperas, pero te lo regalo.) escrito por Nikté Versión II



Pablo me pide una historia, una que verse sobre París haciendo el amor por todos los rincones, pero algo me lo impide: Estuve allí, si, pero nunca amé a la usanza ni en este ni en ningún otro lugar a los que viajé y hoy no estoy para invenciones.

Pero si he de hablar, lo haría sobre La Quinientos, mujer llegada a tierras yucatecas, hermosa de piel y cabellos claros-eso dicen los que la conocieron-que se prostituyó en tierras de indígenas. Su nombre le viene por los pesos que cobraba a sus amantes. Uno de ellos le construyó una pagoda. Yo me detuve allí, fuera, imaginando a la ya anciana. Nunca pude escribir sobre ella, ni lo haré. Dejémosla con su raído traje de geisha que no es otro si no el mío, y el mío es un suplicar: bésame-¿Dónde?- me pregunta aquel al que amo-donde nunca me haya besado nadie; y el posa sus labios sobre la piel que alberga mi corazón, y tras esto se va de burdeles parisinos, y yo me quedo con un ramillete de limonarias atrapado entre mis pies.

Lo pensó Nikté a las 1:46 PM 26 ¿Cómo lo dirías tú?

Historia de La Quinientos (Lo he escrito para ti en esta mañana. Se que no es lo que esperas, pero te lo regalo.) escrito por Nikté Versión I


Pablo me pide una historia, una que verse sobre París haciendo el amor por todos los rincones, pero algo me lo impide: Estuve allí, si, pero nunca amé a la usanza ni en este ni en ningún otro lugar a los que viajé y hoy no estoy para invenciones.

Pero si he de hablar, lo haría sobre La Quinientos, mujer llegada a tierras yucatecas, hermosa de piel y cabellos claros-eso dicen los que la conocieron-que se prostituyó en tierras de indígenas. Su nombre le viene por los pesos que cobraba a sus amantes. Uno de ellos le construyó una pagoda. Yo me detuve allí, fuera, imaginando a la ya anciana. Nunca pude escribir sobre ella, ni lo haré. Dejémosla con su raído traje de geisha que no es otro si no el mío, y el mío es un suplicar: bésame-¿Dónde?- me pregunta aquel al que amo-donde nunca me haya besado nadie; y el posa sus labios sobre la piel que alberga mi corazón, y tras esto se va de burdeles parisinos, y yo me quedo con un ramillete de limonarias atrapado entre mis pies.

Lo pensó Nikté a las 1:46 PM 26 ¿Cómo lo dirías tú?

sábado, abril 19, 2008

Lo hacía por tu amor (Canción )



Era un día caluroso,
El cielo estaba azul
Y la playa llena de gente.
Yo había ido a verte
Y nos besamos.
Ahora se que todo eso
Lo hacia por tu amor.

Descubrí una vieja pensión
Junto a una vieja tienda de cacharrería
Y alquilé esta habitación
Que con el paso del tiempo
Los colores se han comido
Y a pesar de eso, hicimos el amor
En una litera.
Y Ahora se que todo eso
Lo hacia por tu amor

La habitación estaba mustia
Y las cañerías viejas.
Con todo es calor
Solo pudimos beber agua
Que ni siquiera estaba fría.
Y Ahora se que todo eso
Lo hacia por tu amor

Los viajes en las tardes de julio,
Cuando más calor hace.
El norte y el sur de Chipiona.
Todo esto es un disparate
Pero Ahora se que todo eso
Lo hacia por tu amor

miércoles, abril 16, 2008

Besos encadenados (Canción rosa para una pubertosa)

mujer con sombrilla Monet


Hoy tiene el crepúsculo aromas a besos. A besos olvidados y encontrados. A besos sencillos y entregados. A besos difíciles y a veces negados. Unos tras otros se desgranan en este crepúsculo que también trae aromas a besos. A besos arrinconados y hallados. A besos humildes y ofrecidos. A besos ásperos y a veces contrariados. Unos tras otros se desgranan en este crepúsculo que también trae aromas a besos. A besos descuidados y localizados. A besos inocentes y dados. A besos complicados y a veces vedados. . Unos tras otros se desgranan en este crepúsculo que también trae aromas a besos. A besos, sólo eso,a besos.

sábado, abril 12, 2008

no hacía mucho frio III


- Oye estoy indeciso entre lomo de ciervo braseado con romero o strganoff a la mostaza pommery.
- Vale pide entonces escalopines a las trufas con salsa de oporto Y ¿Aurora?
-Mira Pedro no se, me ha llamado y quiere verme urgentemente. Eso es lo único que se
- Y que querrá? Hace tiempo que no la veo. Dos días después de lo vuestro, (dijo encerrando nuestra repetidas rupturas en las palabras “lo vuestro”) con la excusa de que le asesorara sobre ciertos asuntos legales vino a verme. Yo le mandé a mi socio de despacho pero ella se empeño y
- y ¿le repusiste el costurero?
-No seas bruto Pepe Estuve con ella dos minutos y entre sus lagrimas y las mías pudimos hacer un océano.
-Qué poético Pedro nos miramos en silencio un par de segundo. No te pega
-No le asesoré, le aconsejé.
-¿Cuál fue tu consejo? ¿Que me demandará? Que mandará el proyecto hacer puñetas.
Pedro me pedía con las manos y los ojos que me calmara y que no levantara la voz
-Tú sabes perfectamente lo que hablamos porque fue salir ella del despacho y llamarte a ti para preguntarte qué pasó. Trampantojo, me dijiste. Mi vida es un trampantojo. Entonces los dos recordamos “al Calavera” con sus ojos hundidos y esa voz cavernosa explicándonos la técnica en la clase de Arte. Aún recuerdo el espejo transparente de Schüfftan. En la parte espejada se reflejaba el trampantojo y a través de la parte transparente tenía lugar la escena real de tu vida, me decías.
-Se han decidido ya los señores, pregunto el camarero con voz baja y acento Francés.
Le dijimos lo que queríamos y después de apuntarlo y saludarse por el buen gusto se marcho, dejándonos en completo silencio. Un sumiller vestido del dieciochesco se nos aproximó con la carta de vino y tras recomendarnos un Médoc del Chateau Bernadotte espero un par de segundo a que alguno le contestara.
-No gracias Jaime hoy vamos a brindar por los trampantojos. Y los trampantojos se merecen un vino de entre Tudela de Duero y Peñafiel ¿No te parece Pepe? Me dijo, arrastrando mi nombre
-Los trampantojos se merecen eso Pedro.
-Estupendo dijo el sumiller, entonces estarán conmigo de acuerdo en un Valbuena 5 Es un vino que procede de viñas algo más jóvenes y, en su composición, se encuentra mayoritariamente tempranillo y más merlot que cabernet sauvignon. Tiene de su hermano mayor el color cereza granate con ribete anaranjado, la expresión etérea de su graduación alcohólica y el acento de su excelente evolución oxidativa, fruto de un roble bien curtido, rasgo característico de los tintos de la firma. De su propia personalidad destaca el recuerdo de sus variedades, con un matiz de fruto rojo maduro. En boca, tiene una estructura más magra que el Vega Sicilia Único pero con la complejidad de la asociación vinoso-afrutado Nos expuso como una lección bien aprendida y con altivez casi humillante.
- No Jaime no, esta vez no queremos ni Vega Sicilia, ni Pingus, ni Alion, ni Mauro ni nada de eso. Se quedo muy extrañado el sumiller al ver como rechazábamos esos prodigiosos y mágicos caldos por lo que cualquier hombre podría haber matado (Yo hubiera hecho alguna locura, por algunos de esos pagos). Un trampantojo necesita algo especial y en esa carta no aparece lo que nosotros queremos.
-Esta carta es de las mejores del país. Dijo orgulloso y señalando la carta con un dedo que en ese momento me pareció largísimo
-Si pero nosotros queremos brindar por tantos trampantojos como hemos dejado en la vida con un vino especial. Este trampantojo es especial y delicado como especiales y seleccionadas son las uvas del pago y delicada la vendimia que lo llevó al lagar. Dije con un tono tontamente inspirado.
-Tráenos un Abadía Retuerta
-¿Selección del 2001?
-Claro, (confirme rotundo) aunque este trampantojo tiene más años que el viñedo.(agregué melancólicamente).
-Vamos a ver Pepe. ¿Qué demonios vas a hacer? Te vas a meter de nuevo en aquello que te hará daño.
- Tu sabrás reponer el costurero, le dije sin muchas ganas de seguir la conversación.

martes, abril 08, 2008

Hace ya tiempo... pero me gustó tanto... Te amé sin que yo lo notara



En geografías contrarias y en regiones equivocadas,
En mediodías olvidados, y en noches derramadas,
En aromas de lluvias recién caídas
Te amé sin que yo lo notara.
Entre el viento y las estrellas quebradas
Entre mi silencio y el sereno sonido de tu risa
Entre nocturnas fronteras selladas
Te amé sin que yo lo notara

Y te amé sin que yo lo advirtiera,
Sin que lo distinguiera.
Viéndote sin buscarte
Y hablándote sin llamarte
Porque en el amor no valen los ojos cerrados
Porque en el amor no sirven los labios partidos
Entre copas de vino y más vino, de risas y más risas
Entre horas volcadas y consumidas
Mi vieja edad te reclama
Ahora que se que te ama.

jueves, abril 03, 2008

no hacia mucho frio II


“Desnudo siempre estoy.
Desnudo en la voz, en mi sueño
y en mi angustia,
frente al reflejo de mis mañanas
y la angosta infinidad de mi alma.
Encajaré una sonrisa a mi tristeza
y un sonido a tu olvido.
es la única forma,
que conozco, en silencio,
de amarte”

Fue lo único que quedó de esa noche. Escrito en un papel que al acabar de leerlo lo metí en la cartera junto a otros que ya estaban allí de antes.
La mañana fue corta. Despaché con prisa los asuntos recordándola. Mi padre lo hubiera reprobado desde el primer instante:-Los negocios no se mezclan con las preocupaciones. Me hubiera mirado inquisitorialmente y con ese dedo que siempre levantaba me lo hubiera dicho, poniendo la más ronca de su voz. Pero ahora eso ya no me importaba. Ya no estaba para censurarme. Tampoco para aconsejarme. A veces lo echo de menos, sobre todo cuando llegan los momentos difíciles y es imposible echar mano de un amigo y sabes que él te va a decir:-Todos tus sueños se van a hacer realidad- Pero claro entonces tenia 7 años y una vida por delante los dos. Desde mi primer internado nunca mas volví a escuchar la frase. Creo que ya no lo pensaba. Y después mi vida tan caótica… Casi lo entiendo. Pero Cazulilla suple esa necesidad cuando me quedo consternado y acabado, con los paseos por su “extensa geografía planetaria” Es como ir al Sur, al sur de mi vida.
Pedro me convidó a almorzar en un restaurante donde según él se habían hecho con gran parte de Abadía Retuerta 2001, y sabía que ante eso yo no me iba a oponer.
Pedro era un amigo de la infancia con el que he hecho infinidad de negocios. Mi padre decía que no entendía nada del negocio pero cuando los dejó en mis manos ya se hizo inseparable. Auné amistad y negocio, cosa prohibida por los cánones de mi padre. Hasta ahora nunca me había ido mal y ganaba dinero y amistad.
Los dos hemos compartido muchas cosas.
Hubo una mujer… ¿Cómo se llamaba? Ah si, se llamaba Patricia. La recuerdo muy bien, era hermosa de una piel morena extremada, y unos pechos perfectos, pero más pobre que el hambre. Salía, yo, de una relación, por lo que Pedro, siempre al tanto de mi vida, me la presento y rápidamente acabamos en su apartamento. Un día le regale un costurero con la promesa de rellenárselo pronto (entonces era una objeto caro) a los dos días y ante mi sorpresa lo vi lleno de bobinas de hilos de dedales, de agujas y demás piezas.
A los tres meses cuando se acabaron las tardes locas de su apartamento, Pedro me confesó que”había sentido debilidad carnal” (a veces Pedro hablaba así de afectado) y que ella le había pedido esos utensilios. Estaba bien; Uno le regaló el costurero y otro se lo rellenó. Siempre nos reímos con aquella anécdota.
Estaba retirando la servilleta del plato cuando entraba sonriente como siempre e imponente con su altura que desde atrás seguro que nadie veía al metre que le guiaba hacia nuestra mesa.
-Pero bueno Pepe ya has llegado. Como sabia que no te ibas a resistir a un caldo de Sardón de Duero. Pero bueno cuéntame ¿te has enterado ya de la historia?.
En ese momento recordé la cita de las cinco de la tarde. Pero no sabía que Pedro estuviera en ello.
-Bueno si he quedado con ella..
-¡Qué dices Pepe¡ Te hablo de la historia de la bodega, pero eso también me lo tienes que contar.
Comencé a sentir como me subía de golpe la sangre dándome el color rojo de mi cara y a sudar por la frente. Me preocupe de que nos estuviera escuchando el camarero que en ese momento estaba retirando la silla para que Pedro se sentara
-El caso, dije tímidamente, ante su vozarrón, es que no hay nada que contar. Que no sea que El nombre de la Bodega Abadía Retuerta es el resultado de dos palabras que definen y describen el territorio: Ribula Torta que significa “orilla tortuosa”. Le dije de sopetón intentando sobreponerme al momento
-Eso ya no me interesa, dijo tajantemente, mientras el camarero procedía a retirarse en silencio.
-Pero esto si, La primera referencia escrita de la importancia de los viñedos de Retuerta data del siglo XVII, que indican que el vino vendido por los monjes que la habitaban, con una producción anual que rondaba los 7.800 cántaros dominaba el mercado de Valladolid.
- Me sorprende que te aprendas esas cosas Pepe. 125.000 litros son muchos litros para esa población, Así veían a Dios por todas partes- y comenzó a reírse a carcajadas.- Así también vería yo hasta Aurora. Ahora me quedé seco,él lo notó y cambió de conversación. –Sabes en los 70 se arrancaron las ultimas viñas y después de grandes y costosos estudios geológicos, que yo patrociné, (dijo en un tono de falsa humildad) se inicio la replantación de la finca.
-No me sorprende que te metas en esos negocios Pedro.
Siguió con su perorata, sin atenderme y poniéndose las gafas
- Desde 1996, fecha de creación de la bodega, hasta la actualidad, se producen vinos diferenciados no sólo por los procesos de elaboración, sino sobre todo por las características de las uvas de nuestro viñedo, que permiten cada vendimia, determinar la calidad de las distintas parcelas y adaptar las vinificaciones, para la producción de vinos de máxima calidad. Con esta forma de trabajo, viña-vinificación, se extrae lo mejor de cada añada. De eso no hace falta que tomes notas lo pone en la carta, me dijo mostrando una carta de vinos enorme y con varias páginas describiendo los mejores vino del mundo
Quedamos los dos en silencio. Eso era típico en nosotros, aún después de tantos años.
-¿Has quedado con Aurora? Me soltó en plena cara
-No, ella ha quedado conmigo. No le miraba la cara porque comencé a enfrascarme en la carta y eso son palabras mayores. Angulas ahumadas con salsa de rábanos picantes, carpaccio de alcachofas con queso parmesano, salmón marinado a la rusa, Carpaccio de venado con granos de mostaza e higos picantes, arenques a la crema con kartoffelpuffer. Parfait de higadillos de ave a la pimienta verde. Bric de foie y trufas. Volví a leerlo todo, mientras con el rabillo del ojo veía que Pedro no me quitaba ojo. Carpaccio de alcachofas con queso parmesano o Carpaccio de venado con granos de mostaza e higos picantes. Era difícil la elección
-Tomaré Carpaccio de venado con granos de mostaza e higos picantes de aperitivo, le dije mirándole a la cara.
- Vale yo lo mismo. Pero ¿qué haces dejando que Aurora entre otra vez en tu vida?

domingo, marzo 30, 2008

¿Qué será, qué será?

Mujer frente a la ventana (Eduardo Vicente)



La vida está llena de tristes y amargos peros que nos impiden ser otros

miércoles, marzo 26, 2008

no hacia mucho frio



No hacia mucho frió esa tarde. La plaza estaba solitaria. La vieja que vendía los arvejones para las palomas estaba acurrucada bajo una gran manta marrón ya raída por el tiempo y buscaba los tímidos rayos del sol del mes de febrero con movimientos continuos de la silla plegable en la que se sentaba. Había pocos niños ese día corriendo detrás de las palomas, por lo que éstas estaban tranquilas.
Me senté en un velador y comencé a divagar con las palomas: Se alimenta a base de granos, semillas, pequeños frutos y restos de comida y basuras, consumiendo alrededor de 500 gramos de comida a la semana. La digestión la realizan de forma rápida y, al carecer de vejiga, están continuamente deponiendo excrementos, tanto apoyadas en el suelo como en vuelo. En estado salvaje llegan a vivir hasta 15 años o más, pero en el ámbito urbano apenas superan los 5 años de vida. Aunque pueden pasar sin comida durante dos o tres días, es indispensable la toma de agua, que utilizan tanto para beber como para lavarse. Por ello, la presencia continua de palomas en las fuentes de cualquier ciudad... - ¿qué va a tomar el señor?- me saco de mi reflexión interna el camarero
-Un café- le pedí sin mucho convencimiento y escrutándole de una forma poco cortés. Le miré como se iba sin mucha prisa, con la bandeja bajo del brazo, después de apuntar en una libretilla, ya desgastada, unos signos que supuse que significaban café,
El viento de la tarde traía las notas de un carrusel lejano que estaba vacío, las tristes notas de Moon river . La tarde era triste y yo estaba excitado por la cita, pero de golpe quedé melancólico y perdido en una suerte de recuerdos que golpeaban por salir.
1971, era verano y el cine los Remedios reponía esa calurosa tarde de domingo Desayuno con Diamantes. Aquella Holly estaba preciosa y chispeante. Superficial en su existencia y amarga en su insistente búsqueda de la felicidad a base de desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería de Tiffanys o aquel escritor en ciernes, Paul Varjak,mantenido por esa mujer madura mientras esoperaba alcanzar el exito.
“Moon river, wider than a mile
I'm crossing you in style some day
Oh, dream maker, you , heart breaker
Wherever you're goin', I'm goin' your way…”

Allí donde vallas seguiré tu camino, Allí donde vallas seguiré tu camino, Allí donde vallas seguiré tu camino... Pensé que martilleaba mi cerebro, la frase, pero al alzar la vista del suelo me sorprendió el camarero con el tintineo de la taza en el plato que venia desde dentro Era otro, con los andares mas pausados y transportaba en sus zapatos el polvo de la plaza.
Se fue mi adolescencia arrastrada en las suelas del camarero, que sin prisa volvía al calor del interior. El Carrusel se había silenciado y las palomas se arremolinaron alrededor de una pareja que acababa de llegar, con golpes de alas y lúgubre zureo. Voraces.
-qué año ese ¡ me dije mientras se asomaba la cara de Aurora con esos ojos tan grandes y su pelo pelirrojo anudado atrás para que se le viera mejor la cara llena de pecas sentada en las incomodas butacas de un cine de barrio, de mi barrio. Con Aurora aprendí a besar. A besar como lo hacia Audrey Hepburn . Ella cerraba los ojos y bueno yo ya no me acuerdo si los cerraba o los dejaba abierto, pero si recuerdo que sus besos sabían a chicle de menta. (No se donde los dejaba cuando nos besábamos porque parecíamos una pelea de pulpos, tan poco se lo pregunté nunca) Me dejó un buen recuerdo Aurora. Aurora sabia cantar muy bien Moon river y se acompañaba de una guitarra mas grande que ella, que sostenía entre sus piernas con un equilibrio calculado.
- ¿Va a tomar algo mas el señor? Me preguntó el camarero, mientras ponía un tique con el precio de la consumición bajo el vaso de agua.
-No gracias. ¿Cuánto es? Saque la cartera del interior del abrigo y le entregué un billete esperando me diera el cambio. Se fue y aproveché para escribir en el tique “Aurora gracias por llegar e instalarte en la orilla, como lo hacen las aguas en la costa marina. Me trajiste recuerdos de lo que fui ayer. Gracias por la ternura volcada en el hueco de mis manos vacías Gracias por ponerle alas a mi alegría y con ellas recorrer la vida” (Son costumbres que desarrollé desde muy pequeño, cuando quería impresionar con alguna cita, que no era capaz de aprender. Lo guardé en la cartera al lado de tantos papelitos amarillos, verdes, rojo… Cada uno tenía una categoría.)Y quedé allí mirando la plaza que cada vez estaba mas oscura.
-El amor, le indiqué al camarero que me traía el cambio y que no dejaba de hacer gestos y mirar de hito en hito a la pareja que estaban sentadas en un banco del parque besándose apasionadamente
- Si, si el amor. Pues podrían hacerlo en su casa en vez de aquí al lado de todo el mundo.
Miré alrededor y ya no quedaba nadie, la vieja vendedora de arvejones
se había marchado y las viejas farolas isabelinas comenzaban a encenderse tímida pero concluyentemente. En las fuentes el agua se había escarchado y las palomas habían huido en bandadas haciendo el silencio mas denso.
Eran las 6 de la tarde y parecía que ya no iba a venir.
Sólo descolgué el teléfono y ya reconocí su voz. Habían pasado cuatro años, me dije, mientras dibujaba el movimiento de abajo hacia arriba de su cabeza cuando comenzaba a sonreír y su pelo sedoso y casi rubio que se balanceaba con ese movimiento tan coqueto y espontáneo, pero que me volvía loco. La creía, bueno no muerta, pero hacia mucho tiempo que había dejado de pensar en ella, que había salido de mi existencia. Por eso cuando dije su nombre sentí que mi propia voz surgía del abismo. Acaso porque la emoción me devolvió al lugar donde todas las voces del pasado suenan ahogadas. Ahora ella estaba aquí, en algún lugar de esta ciudad, a miles de kilómetros de la pesadilla, llamándome desde una cabina con el rutinario temblor que recordaba tan bien
La habitación del hotel con ese color neutro e impersonal se lleno de su risa y el espejo comenzó a devolverme su cuerpo. Ese cuerpo que tantas veces antes yo había recorrido
En un principio no pude entenderla bien pues los recuerdos se agolparon en mí cerebro impidiéndome atender la realidad pero me sosegué pronto al ver que ella adoptaba esa postura calmada de siempre y la conversación telefónica fue la siguiente:
-Hola
-Hola, Cuánto tiempo
-Si ha pasado mucho tiempo
-y mucho silencio, le espeté con energía, ¿Qué quieres?, fui directo a la pregunta
- Saber de ti.
- Eso no es cierto. Estas bien enterada de mi vida
- Es cierto, lo se, pero necesito verte. Es urgente.
La luz, pugnaba por pasar entre los ocres visillos. Viéndose la estela de polvo impalpable. Estaba atardeciendo. Y en esa quietud que viene después del trafago del día, de pronto volví a sentirla.
Volví a vivir su olor de hembra. Y me la encontré, desnuda sobre el sillón como otras tantas veces, en esa y en otras habitaciones, que conmigo había estado.
-¿Pepe?. ¿Estas allí?
-si, si estoy . Estaba pensando en…
-¿En mi? Me cortó sonriendo
-No, bueno… ¿Qué es tan urgente?
Necesito hablar contigo, verte.
-Vale esta noche tengo un rato después de la cena, si quieres paso a recogerte o vienes al hotel. Y hablamos.
-No. Busquemos un terreno neutro.
-¿Neutro? ¿Neutro para qué?
-Neutro para que sea neutro y ya está- Esa era ella.
-Vale mañana por la tarde ya he acabado de hacer todo lo que tenia que hacer aquí. ¿Te viene bien?
Esperé un rato a que me contestara y escuché como las monedas caían en el teléfono y a lo lejos una ambulancia venia demasiado deprisa. –Vale me viene bien. ¿Conoces el parque santa Luisa? Hay un velador que da a una fuente grande? ¿Allí a las 5 de la tarde?
-Y te parece neutral ese parque?
- ¿No lo es? ¿Hemos estado allí alguna vez?
-Claro que si. No lo encuentro neutral. Con el auricular en la mano, la veía detrás del teléfono, respirando fuertemente.
-Perdón no lo recordaba, pero lo prefiero a la habitación de tu hotel. Se que acabaré metida entre las sabanas y..
- Yo no lo creo. Se acabó o ¿no lo dejaste así de claro la última vez?
- Pepe siempre serás el mismo. Nos vemos en el parque a las 5 mañana. No faltes es urgente.
-Adelántame algo. Pero sólo oí el silencio en el teléfono pues ya sólo se encontraba en mi mente.
Aquella noche no dormí bien. Fue una dura batalla contra el recuerdo que perdí. Me dejó heridas que solo la ginebra del minibar de la habitación del hotel podía curarme.

sábado, marzo 22, 2008

Brindo por el Viento


Es una entrada antigua pero es que ahora la encuentro tan vigente...


Brindo por el viento,
Por todos los vientos.
Por los que tienen nombres de geografías
y por las sencillas brisas venidas,
de Dios sabe donde.
Por las locas ráfagas que hacen señales.
Atándose a las caricias.
Brindo, con mi copa transparente
Por todas las corrientes que desordenan tu pelo,
y lo recogen,
y lo mecen tras tu cara encendida
Me gustan tus manos, tus dedos oscuros
coronados por la nieve de tus uñas,
Cuando en el arrullo del viento,
tejen cada racimo de tu pelo
porque entonces cae de tu cara
la semilla de tu última risa

jueves, marzo 20, 2008

avion sobre Cazulilla


Fue una casualidad del inicio de la primavera

martes, marzo 11, 2008

Y mi boca se lleno de aire

(Mujer inclinada, de Pierre Bonnard.)

Y mi boca se llenó de aire
para pronunciar tu nombre.
Mis manos te buscaron
en lo mas negro de la noche
y mis dedos perfilaron
tu oscuro cuerpo lleno de sombras.
Anhelando la tibieza de tu alma
mis ojos recorrieron
toda la amplitud de la Tierra
En donde yacer con tu cuerpo

viernes, febrero 29, 2008

¿qué se hicieron de mis amores?


Tengo la sensación de haberme quedado atrapado en un eterno atardecer, ahora que contemplo los días con cierta honestidad.
Fuera llueve con inequívoca melancolía. No hace frío para ser febrero pero la tarde se va enfriando a medida que las sombras dejaron de proyectarse contra la pared y las cucharillas de café se fueron secando.
Como un pañuelo, azul, que custodia la memoria y del que te niegas a desanudar me viene, en esta tarde abantona, la misma pregunta irritante y molesta que me ronda desde hace tiempo: ¿Qué se hicieron de mis amores?
No estoy seguro que me evoquen cuando doblen una esquina, cualquiera y llegue el olor de la fragancia Atkinson , incluso no creo que recuerden esa colonia. Pero yo aun puedo traer a la memoria el nombre de muchas de ellas, aunque sobre todas emerja Chanel n’ 5. No puedo olvidar la mítica Chanel N’ 5 de Rocío que a escamoteadillas sisaba a su madre. Comenzaba a verla, entonces, arrebujada, con unas gotas desnuda sobre la cama Mas tarde descubrí, no sin mucha desolación, que para dormir, como todas, usaba pijama
Me embruja el suave aroma de la piel de mujer, el olor de su pelo, del sudor recién rezumado, sentirme transportado por la ácida fragancia de su sexo. Ningún olor es mejor que el del cuerpo de la deseada y yo, entonces, deseaba a tantas…

¿Qué se hicieron de mis amores?
¿Recordaran las tardes frías (entonces las tardes eran frías y grises, como aquellas fotografías, ahora sepias, por el tiempo, donde los abuelos se retrataban como los reyes) en las que jugábamos en los futbolines y mascábamos chicles, después del cigarrillo para no tener mal aliento cuando robábamos besos a la tarde en los soportales de la plaza y nuestras manos hurgaban preguntonamente dentro de mis pantalones y de su falda.? Entonces el sexo tenía sabor a menta o a regaliz, a sudor fresco; ese sabor de satisfacción, con los que con la risa tonta llegabas a casa.

¿Qué se hicieron de mis amores?
¿Despertaran a la magia y al misterio, a las fuerzas primitivas de la Escocia, mas desolada, esa donde se termina el mundo en El verano del Lobo Rojo; Historia de amor que tantas veces leía. O esa huida de la civilización, del mundo complejo que dejamos para adentrarnos en el Navegante, llenos de envidia por esos mares tan lejanos
Después del tiempo que ha pasado, habrán arrinconado a Emil Sinclair ese crío que ha vivido toda su vida en el Scheinwelt ,al que Max Demian lo llevaba a él y a nosotros, de una forma enigmática, por los senderos del auto-razonamiento destruyendo paradigmas materialistas que antes a él y a nosotros nos rodeaban?
¿Seguirán bailando en palacios nevados o cerca del mar con Isadora Duncan? Releerán, cuando las tardes estén vacías, y no haya mucho que contar a Don Pablo Neruda. Sentirán, de nuevo, sus versos correr, y repartirse entre los angostos poros y el salitre de una piel, ahora ajada pero antes primeriza.

¿Qué se hicieron de mis amores?
¿Habrán enterrado a Bob Dylan, a Paco Ibáñez, al Nano a Cafrune en las alacenas de sus casas en la playa? ¿Habrán vuelto a Vibrar con EL puente sobre aguas turbulentas? (Navega chica plateada todos tus sueños han venido a colmarse. Mira como resplandezco…)
“Bailaremos con Leonardo hasta el final del amor” nos prometimos en una noche de verano. ¿Habrán bailado con otro? O ¿se habrá acabado el amor tan pronto como el nuestro? ¿Qué se hicieron de mis amores?
Casi treinta años mas tarde, ¿olvidaron nuestro primer beso? Ese que se jura no olvidar y que ahora nos ruboriza nada más que evocarlo.
¿Habrán ido, ya, a desayunar al escaparate de Tifany, a andar descalzo sobre la hierba del central park?¿ Habrán recorrido las orillas del Sena buscando los libros prohibidos?. ¿Habrán corrido bajo la lluvia por Les Champs-Elysées?¿ Cantaran aún en Portobello Road las viejas canciones de Victor y Diego y seguirán comprando la ropa en el Soho y los vinos en King's Road. O simplemente iran a Covent Garden , y a las boutiques y tiendas de Bond Street y Old Bond Street para vestir a sus hijas?
¿O todo se ha quedado en un celuloide amarillento, en un trozo de película olvidada y abarquillada por el tiempo?
¿Me reconocerían, ahora que las canas ya me han hecho viejo y las manos comienzan a tintarse? ¿Que mi paso es más lento y la memoria solo desempolva aquello que se le antoja prescindiendo del resto?
¿Qué se hicieron de mis amores? ¿De aquellos tiempos que se vienen de golpe en tardes, tristes, como esta? A lo mejor se me quedó en las entrañas briznas de felicidad. A lo mejor… Bailaremos con Leonardo hasta el final del amor


PD
Dejé en el tintero tantas cosas que alguna vez volveré sobre el tema

martes, enero 29, 2008


Qué lejos queda ya el 29 de Noviembre.
Atrás quedaron las palabras. Atrás. En un año que acabó con algunas ilusiones, con algunas esperanzas que navegaban sin ruta fija por el mar de los deseos.
Atrás quedaron muchos kilómetros muchos paisajes y paisanos que ahora, mirándolos desde la quietud de una tarde sin prisa, parecen tan lejanos como un siglo con todos sus días.
Atrás quedan casi 1700 entradas en este blog varado en un puerto remoto donde las mareas mueren antes de llegar al fondeadero y los barcos solo atracan en un triste equilibrio de mantenerse a flote por mantenerse a flote; Supervivencia en un mundo tan vertiginoso, tan expeditivo, fulminante, apresurado y tan momentáneo. La vida así, no tiene sentido.
Atrás quedaron muchas conversaciones; Una vida de vino y rosa embriagada por el optimismo de abrirme y recibir más de los otros. A veces las espinas del fracaso convirtieron en una desventura esta relación.
La vida pasa y los nombres de las personas solo fueron eso, nombres de personas que estaban en nuestro mismo tren y que fueron bajando en las distintas estaciones. Guardamos algo de ellos en nuestras maletas; Aquello que nos hace ser de una forma distinta cada vez que arranca el tren y deja a los otros de espaldas a nosotros y los va haciendo cada vez mas pequeños, hasta que se pierden de vista. Luego la vida sigue.
Bienvenidos a la dicha bisiesta del por venir. Son grandes las esperanzas que tengo puestas en este año que recién comienza.
Así que atrás dejo los tiempos que siguieron al 29 de Noviembre, refugiados en el estuario del recuerdo y arropados del viento de la tristeza por los requeríos de la memoria