miércoles, diciembre 31, 2008

A todos...


Sabina en el parque Natural del Alto Tajo (Guadalajara)


A todos los que hemos andado este largo camino, trillando palabras y aventando pasiones
A todos los que se han quedado sentados en cualquier piedra huérfana de cualquier vereda.
A todos los que en el paseo por los carriles dejaron algo suyo. (Penas y alegrías, dolores y gozos…Sentimientos)
A todos los que el viento ha tratado de empujar fuera de la senda astillando su confianza, para volver más fuerte.
A todos los que el agua les ha obligado a guarnecerse entre los árboles de la ribera mientras nacía la música con cada gota que caía de sus ramas
A todos los que el Sol ha quemado
A todos los que el frío les ha hecho dudar de seguir y siguieron
A todos los que la tarde ha entristecido sus caminos secándolos como las cucharillas de te en los platillos en los atardeceres ya avanzados
A todos los que la noche ha embrujado sus caminos para traernos las huellas de sus pasos
A todos recordar:” que el camino, si se nos hace largo, lo andemos cantando, si se nos hace pesado, lo transitemos silbando. Que los amigos que dejamos, en el corazón, no nos pesen porque mejores amigos encontraremos en nuestro nuevo sendero. Que a la gente que encontremos le demos lo mejor de nosotros. En cada mirada, en cada palabra. En cada sonrisa, en cada gesto. No olvidemos, que estamos llenos de una nueva vida.”
A todos feliz año 2009

lunes, diciembre 15, 2008

Cinema Paradiso

Sólo quiero deciros que a noche volví a ver Cinema Paradiso. Es de esas pocas película que están para verse y volver a verse, en casa, porque esta preñada de memorias y placeres y me hace sentir el intimo vértigo de ver con ojos envejecidos las mismas imágenes que viví con ojos de veinteañero en aquellas grandes pantallas de los Pacios del sueño.
Sólo era eso para una tarde lluviosa y gris

sábado, diciembre 06, 2008

La vida se nos llena de penúltimas cosas.

















Claude Monet La casa azul en Zaandam (1871).

Como el mes de noviembre y el sábado, como el ocho y la penúltima vez que se acaricia la piel tersa que recuerda el dulce olor de la primavera estallada entre dos cuerpos que se aman.
Como el otoño del dos mil siete y como las once y cincuenta y ocho de una noche llena de silencios, de sombras y tragos cortos e intensos.
Como el melancólico azul tristón del arco iris y el rojo ensordecedor e intenso del sol rojo antes del anochecer.
Como el verdor del trigo antes de la cosecha estival y como el amarillo-oro de las hojas de los robles antes de caer en los fértiles suelos, profundos y húmedos
Como “Contraluz*” besando con su contraportada gris el ultimo libro de la balda y como “Bookends “de Simon &Garfunkel
Como el color rojo cuando sale la Luna en cuarto creciente y el refulgente relámpago en la oscuridad de la noche que precede al lento trueno.
Como el dedo índice y los visillos blancos delante de la ventana. Como las tontas equivocaciones que se corrigen y la rana verde que se convierte en príncipe.
Como las vísperas y la madurez, como una copa a las seis de la mañana y como la cilíndrica vocal “o” clara y palpable. Y la finalista consonante “y “que no acaba la carrera.
Como el valle que deja el agua del río para escabullirse entre los pedregales hasta el mar y como el gusano de seda antes de ser una lindísima mariposa policromática, que se dejó pegado en el trozo de sudario en el que ha pasado todo el invierno.


La vida está llena de penúltimas cosas, de penúltimas orillas.
Lo penúltimo es corto pero alarga las sombras porque el sol roza el monte detrás de nuestra espalda.
Hay penúltimos sorbos, como hay besos penúltimos y penúltimas curvas para mirar lo andado.
La vida se nos llena de penúltimas cosas.
El penúltimo día del verano, lleno de penúltimas orillas donde mirar.
La vida se nos llena de penúltimas cosas.

* Contraluz es el libro de Ricardo Martín Reina Editorial Sarriá