jueves, abril 03, 2008

no hacia mucho frio II


“Desnudo siempre estoy.
Desnudo en la voz, en mi sueño
y en mi angustia,
frente al reflejo de mis mañanas
y la angosta infinidad de mi alma.
Encajaré una sonrisa a mi tristeza
y un sonido a tu olvido.
es la única forma,
que conozco, en silencio,
de amarte”

Fue lo único que quedó de esa noche. Escrito en un papel que al acabar de leerlo lo metí en la cartera junto a otros que ya estaban allí de antes.
La mañana fue corta. Despaché con prisa los asuntos recordándola. Mi padre lo hubiera reprobado desde el primer instante:-Los negocios no se mezclan con las preocupaciones. Me hubiera mirado inquisitorialmente y con ese dedo que siempre levantaba me lo hubiera dicho, poniendo la más ronca de su voz. Pero ahora eso ya no me importaba. Ya no estaba para censurarme. Tampoco para aconsejarme. A veces lo echo de menos, sobre todo cuando llegan los momentos difíciles y es imposible echar mano de un amigo y sabes que él te va a decir:-Todos tus sueños se van a hacer realidad- Pero claro entonces tenia 7 años y una vida por delante los dos. Desde mi primer internado nunca mas volví a escuchar la frase. Creo que ya no lo pensaba. Y después mi vida tan caótica… Casi lo entiendo. Pero Cazulilla suple esa necesidad cuando me quedo consternado y acabado, con los paseos por su “extensa geografía planetaria” Es como ir al Sur, al sur de mi vida.
Pedro me convidó a almorzar en un restaurante donde según él se habían hecho con gran parte de Abadía Retuerta 2001, y sabía que ante eso yo no me iba a oponer.
Pedro era un amigo de la infancia con el que he hecho infinidad de negocios. Mi padre decía que no entendía nada del negocio pero cuando los dejó en mis manos ya se hizo inseparable. Auné amistad y negocio, cosa prohibida por los cánones de mi padre. Hasta ahora nunca me había ido mal y ganaba dinero y amistad.
Los dos hemos compartido muchas cosas.
Hubo una mujer… ¿Cómo se llamaba? Ah si, se llamaba Patricia. La recuerdo muy bien, era hermosa de una piel morena extremada, y unos pechos perfectos, pero más pobre que el hambre. Salía, yo, de una relación, por lo que Pedro, siempre al tanto de mi vida, me la presento y rápidamente acabamos en su apartamento. Un día le regale un costurero con la promesa de rellenárselo pronto (entonces era una objeto caro) a los dos días y ante mi sorpresa lo vi lleno de bobinas de hilos de dedales, de agujas y demás piezas.
A los tres meses cuando se acabaron las tardes locas de su apartamento, Pedro me confesó que”había sentido debilidad carnal” (a veces Pedro hablaba así de afectado) y que ella le había pedido esos utensilios. Estaba bien; Uno le regaló el costurero y otro se lo rellenó. Siempre nos reímos con aquella anécdota.
Estaba retirando la servilleta del plato cuando entraba sonriente como siempre e imponente con su altura que desde atrás seguro que nadie veía al metre que le guiaba hacia nuestra mesa.
-Pero bueno Pepe ya has llegado. Como sabia que no te ibas a resistir a un caldo de Sardón de Duero. Pero bueno cuéntame ¿te has enterado ya de la historia?.
En ese momento recordé la cita de las cinco de la tarde. Pero no sabía que Pedro estuviera en ello.
-Bueno si he quedado con ella..
-¡Qué dices Pepe¡ Te hablo de la historia de la bodega, pero eso también me lo tienes que contar.
Comencé a sentir como me subía de golpe la sangre dándome el color rojo de mi cara y a sudar por la frente. Me preocupe de que nos estuviera escuchando el camarero que en ese momento estaba retirando la silla para que Pedro se sentara
-El caso, dije tímidamente, ante su vozarrón, es que no hay nada que contar. Que no sea que El nombre de la Bodega Abadía Retuerta es el resultado de dos palabras que definen y describen el territorio: Ribula Torta que significa “orilla tortuosa”. Le dije de sopetón intentando sobreponerme al momento
-Eso ya no me interesa, dijo tajantemente, mientras el camarero procedía a retirarse en silencio.
-Pero esto si, La primera referencia escrita de la importancia de los viñedos de Retuerta data del siglo XVII, que indican que el vino vendido por los monjes que la habitaban, con una producción anual que rondaba los 7.800 cántaros dominaba el mercado de Valladolid.
- Me sorprende que te aprendas esas cosas Pepe. 125.000 litros son muchos litros para esa población, Así veían a Dios por todas partes- y comenzó a reírse a carcajadas.- Así también vería yo hasta Aurora. Ahora me quedé seco,él lo notó y cambió de conversación. –Sabes en los 70 se arrancaron las ultimas viñas y después de grandes y costosos estudios geológicos, que yo patrociné, (dijo en un tono de falsa humildad) se inicio la replantación de la finca.
-No me sorprende que te metas en esos negocios Pedro.
Siguió con su perorata, sin atenderme y poniéndose las gafas
- Desde 1996, fecha de creación de la bodega, hasta la actualidad, se producen vinos diferenciados no sólo por los procesos de elaboración, sino sobre todo por las características de las uvas de nuestro viñedo, que permiten cada vendimia, determinar la calidad de las distintas parcelas y adaptar las vinificaciones, para la producción de vinos de máxima calidad. Con esta forma de trabajo, viña-vinificación, se extrae lo mejor de cada añada. De eso no hace falta que tomes notas lo pone en la carta, me dijo mostrando una carta de vinos enorme y con varias páginas describiendo los mejores vino del mundo
Quedamos los dos en silencio. Eso era típico en nosotros, aún después de tantos años.
-¿Has quedado con Aurora? Me soltó en plena cara
-No, ella ha quedado conmigo. No le miraba la cara porque comencé a enfrascarme en la carta y eso son palabras mayores. Angulas ahumadas con salsa de rábanos picantes, carpaccio de alcachofas con queso parmesano, salmón marinado a la rusa, Carpaccio de venado con granos de mostaza e higos picantes, arenques a la crema con kartoffelpuffer. Parfait de higadillos de ave a la pimienta verde. Bric de foie y trufas. Volví a leerlo todo, mientras con el rabillo del ojo veía que Pedro no me quitaba ojo. Carpaccio de alcachofas con queso parmesano o Carpaccio de venado con granos de mostaza e higos picantes. Era difícil la elección
-Tomaré Carpaccio de venado con granos de mostaza e higos picantes de aperitivo, le dije mirándole a la cara.
- Vale yo lo mismo. Pero ¿qué haces dejando que Aurora entre otra vez en tu vida?