lunes, mayo 02, 2011

Primer intento (con miedo aún)






PARIS  Ernest Descals

Pronto se fue yendo la luz. El sol del atardecer teñía de dorado las piedras. Bajo las viejas arcadas de las calles se percibía el  tierno aroma que el viento traía de las lejanas tierras recién aradas, mientras el ruidode nuestros zapatos levantaba, del suelo, el  frágil polvo de la nostalgia.
Un inmenso rosal trepador abrazaba la pared y allí, bajo las delicadas y frescas  hojas rojas, me besó como si el mundo fuera a acabar…

Por la ventanilla, entreabierta del tren, veía la oscuridad de la noche, salpicada de lucecillas lejanas  y mi propia imagen reflejada en el cristal. Era yo. Allí estaba mirando el ayer mientras el viento de la noche  me sonreía con todas sus fuerzas, como sonríe el amor  Quizás el amor sea  como el viento que viene y escarba  en todos los recovecos del alma  y se va lleno de tropiezos  cuando cerramos la ventana. Es tan fácil desgarrar un corazón, es tan fácil cerrar los ojos.
¿Cómo te puedo tener tan adentro?